Francisca Sorrentino / 2 minutos / Mundo
Mientras que países como Dinamarca, Finlandia o Noruega dieron por finalizada la pandemia por el Covid-19 y anunciaron su regreso a la normalidad, hay países en los que esto se ve más lejano, o hasta imposible.

Después de más de 2 años de pandemia los gobiernos de todo el mundo tuvieron que adaptar sus formas como las de su población a una realidad desconocida. Cuarentena, cierre total de fronteras o educación y trabajo desde casa eran situaciones nunca antes pensadas.
La educación y, por lo tanto las escuelas, fueron una de las áreas más afectadas por la pandemia. Tuvieron que reinventarse al verse obligadas al cierre total, y adaptar sus programas para ser realizados de manera online, a través de celulares, tablets, o computadoras.
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Si bien no todas las escuelas pudieron lograr la adaptación al modo online, luego de estos 2 años gran parte de los países ha vuelto a activar el sistema educativo de modo presencial. Pero, pasa el tiempo y los más vulnerados se siguen viendo afectados ya que cuando se analizan los factores que impiden el logro de las habilidades de aprendizaje fundamentales, la pobreza es el más llamativo, según un informe de UNICEF.
El Fondo de la ONU para la Infancia alertó que existen escuelas en donde habitan un total de 405 millones de niños en edad escolar que continúan sin abrir sus puertas por completo, y el acceso a la tecnología y a los materiales necesarios para seguir estudiando mientras las escuelas permanecen cerradas es notablemente desigual. Los niños que no disponen de ayuda suficiente para estudiar en casa apenas tienen medios que faciliten su educación, remarcó.

En nuestro país, gran parte de las escuelas ha vuelto a las clases presenciales, pero la virtualidad sigue siendo una herramienta para el aprendizaje, utilizando un modelo tanto presencial como virtual.
El índice de pobreza actual en Argentina es de 37,3% y el mayor nivel de pobreza se da entre los 0-14 años. Gran parte de ese rango de edad los niños se encuentran en etapa escolar y se ven afectados por la falta de acceso a la tecnología y a los materiales necesarios para estudiar cuando deben aprender de manera virtual.
Además de programas impulsados por el Gobierno como Conectar Igualdad, existen organizaciones en nuestro país que, a través de programas educativos, buscan erradicar la brecha digital para lograr un acceso a la educación más igualitario.Potenciar Solidario es una de ellas.

Valentina Mammolino, encargada de proyectos en la organización, destacó: ”La pandemia puso de manifiesto la brecha digital, pero esta brecha existe desde hace tiempo y sigue aumentando las desventajas y cerrando oportunidades de los niños, jóvenes y adultos de contextos vulnerados. Destacó que el cierre de las escuelas visibilizó que la brecha digital dejó sin educación a niños y jóvenes y que por eso iniciaron desde la organización la campaña brecha digital. El objetivo de la misma fue, y sigue siendo, conseguir donaciones de equipamiento y fondos para poder brindar computadoras, notebooks, tablets y celulares a escuelas y ONG que trabajan con niños y jóvenes de contextos vulnerados.
El objetivo sigue siendo el mismo ya que, las herramientas y habilidades digitales van a permitir que los niños se desarrollen, se formen, emprendan, se inserten en el mundo laboral, adquieran herramientas financieras y puedan ser ciudadanos digitales para estar conectados y ser parte de las oportunidades que esto brinda, independientemente de la pandemia del Covid-19