Luciana Garces Castiella / 2 min / Diversidad y género

Erikas Malisauskas es un artista lituano que utilizó el discurso del odio para colaborar con causas LGTB. Su ejemplo nos invita a reflexionar y utilizar la evolución tecnológica para hacer de este mundo un lugar mejor.

En la cultura moderna, hemos vivido numerosos cambios de paradigmas. Uno de ellos, es la tecnología. La era digital trajo consigo una transformación en la manera de comunicarnos y transmitir mensajes. Se podría decir que evolucionamos, que pasamos de un estado a otro. 

Hoy en día vivimos con un lenguaje inmediato, masivo, abundante e interactivo. Las redes sociales y el mundo digital nos permiten comunicarnos de forma rápida. Nuestros discursos se volvieron más expansivos y se eliminaron las barreras fronterizas que antes existían.

Podría enumerar los millones de beneficios que trajo esta evolución digital. Sin embargo, con este cambio nos falta trabajar nuestra humanidad. Lamentablemente, muchas personas utilizan la ventaja de escribir “detrás de una pantalla” para insultar a otros.

Recibí historias que inspiran

Este fenómeno se llama discurso del odio. Es una manera de comunicar y fomentar la discriminación hacia una persona o un grupo. Este tipo de lenguaje contribuye a construir y moldear la realidad de forma negativa. 

La buena noticia es que no todos los usuarios digitales se dedican a fomentar un lenguaje basado en el odio. Inclusive, hay algunos que encuentran lo positivo entre tanta agresión. El artista lituano, Erikas Malisauskas,utilizó diversos mensajes en contra de la comunidad LGBT+ para realizar arte digital. 

El NFT creado por Malisaukas junta, en forma de nube, cuatrocientos  mensajes homofóbicos enviados a Tomas Raskevicius, un miembro del parlamento de Lituania. Es el primer miembro del parlamento lituano que lucha activamente por los derechos de la comunidad LGBT+.

“Mi objetivo era monetizar el discurso de odio. Ahora todos los que escribieron los mensajes de odio a las personas LGBT+ han contribuido con dinero a las causas LGBT+”, cuenta Malisaukas. Gracias a su arte se han recaudado más de  seis mil dólares. 

Además, el artista explicó que juntó todos estos comentarios en forma de nube, ya que estas se esfuman y desvanecen.  De esta manera, creó una obra de arte digital basada en el odio. Transformó una forma agresiva de comunicar en arte que ayuda a generar y contribuir a buenas causas. 

Más allá de las evoluciones tecnológicas que vivimos día a día no debemos olvidarnos de evolucionar también como seres humanos. De nada sirve seguir creciendo en algunos ámbitos si vamos a seguir utilizando estas transformaciones para agredir a otros.

Las pantallas pueden utilizarse como un escudo, pero no por eso debemos usarlas como una herramienta para generar odio de forma impune. A través del lenguaje podemos cambiar realidades y hacer que nuestra sociedad sea más empática. Si queremos un cambio y una evolución verdadera, transformemos lo negativo en positivo

Usemos el ejemplo de este artista y convirtamos el odio en arte.

Recomendados